viernes, 11 de mayo de 2018

Un escudo mexicano en Uruguay

Juan María Pérez fue un montevideano de la primera mitad del siglo XIX, hombre de gran fortuna que, dice la leyenda, compró para su habitación matrimonial una cama de oro que en la cabecera y la piecera llevaba el escudocon el águila imperial mexicana de 1821, que sin corona conservó la heráldica republicana.
Se desconocen las motivaciones que este ganadero, comerciante y político tuvo para hacerse de un mueble de estas suntuosas características. Tampoco se sabe quién fue el dueño original.
La cama que aparece en estas fotografías es en realidad una copia en latón de la presunta pieza original de oro que, según se dice, fue fundida en lingotes.
Pérez nació en 1790, se casó a los 39 años y murió en 1845. Vivió un periodo crucial en la vida de lo que llegaría a ser la República Oriental del Uruguay. Fue uno de los redactores de la Constitución de la República del Uruguay en 1830. En su juventud se formó como teólogo, una disciplina que compartían los religiosos con los laicos, todavía en el siglo XVIII; fue miembro de una élite de la provincia oriental de Río de la Plata que apreciaba la heráldica y el poder de los símbolos.
El Museo Romántico de la ciudad de Montevideo exhibe la cama en la habitación principal de la antigua casa de los Pérez, con patio y pozo de agua al centro. Los retratos de la familia custodian desde lo alto. Don Juan María, que al parecer fue el hombre más rico de la provincia Oriental, y doña Paula Fuentes y sus hijos miran atentos, como una familia ideal, en una sociedad que vivía los tiempos en que primaba el pensamiento romántico nacionalista, la mezcla de símbolos e iconografías clásicas con proyectos e ideas de nuevas nacionalidades y Estados soberanos.

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